lunes, 13 de diciembre de 2010

Joder joder joder

Vengo a celebrar con esta entrada el final de una era. Los ultimos dia/semanas/... han sido una autentica oda en nombre de la Ley de Murphy y de la esquizofrenia. Por primera vez en mi vida creo en la mala suerte.
  Han pasado cosas terribles. Portugal nos metió 4. El Barça nos metió 5. He sido secuestrado.
Ha llegado un frío de la hostia, algún que otro chubasco, y un calor que no pinta nada a mediados de diciembre.

A base de mi mp3 puedo decir abiertamente que me he pateado (casi) toda Lisboa, y ha sido estupendo. Ojalá pudiera hacer fotos con los ojos y poder compartirlas luego. Tener una cámara de fotos sería un gran avance.
Lisboa se ha vestido de decoración navideña (preciosa por cierto, perdonenme camaradas alicantinos).
He descubierto algunos sitios estupendos. He surfeado olas estupendas rodeado de gaviotas hambrientas y graznantes, pero ni la mitad de las que a mí me hubiera gustado. También he conocido a gente estupenda, y he aprendido a hacer platos estupendos. Lo más importante, he encontrado una casa nueva, también estupenda. Hoy he tenido mi primer exámen, no estupendo, pero quizas aceptable.

Esta semana termina una primera "etapa" aqui. En unos días empezará la otra, que durará casi el doble, y que será también, quiera Dios, casi el doble de estupenda.
Con la vista puesta en ello, me despido, no sin antes dejaros estos pequeños parpadeares del ultimo mes.

 













miércoles, 10 de noviembre de 2010

Corona de espinas de la que comer

Es el antojo del ojo que ve cómo muere sólo a través de la misma mirilla, de la misma puerta que quiere romper. 
Es una mano intentando coger del amor algún pedazo y los tacones en la nuca de la vida, manzana podrida, quijada de Abel, que se entretiene desabotonando las claras del día para verte bien.

Es una blusa con nudo en el pecho. Es un largo trecho y desaparecer. 









Mención al piso de arriba de donde se han usurpado, consentida y cariñosamente, algunas de las fotos de esta entrada.

martes, 2 de noviembre de 2010

Descansa en Paz

Andy Irons, hawaiano, surfista profesional de 32 años ha muerto de dengue esta tarde, tras abandonar Puerto Rico camino de su médico.

Espantoso.
Ayer antes de acostarme por alguna extraña razón me entraron ganas de echarle un ojo a las fotos que conseguí sacarle a Andy Irons en la última edición del Rip Curl Pro Portugal.
Desde que hice esas fotos supe que transmitían una calma y una serenidad extrañas y ayer por alguna razón quise mirarlas e intentar sentir un poco de esa calma. Viendo las fotos pensé en compartir las que más me gustaban en alguna red social, o imprimirlas y colgarlas en la pared de mi cuarto, como si eso sirviera para contagiarme un poco de esa calma.
Tonerías, pensé, y me fui a dormir.
Ya en su momento, en cierto modo me impactó lo que vi en Andy Irons ese día, supongo que más por la expectación que por otra cosa.
En cuanto lo vi en la zona de surfistas del Campeonato, al famoso 3 veces campeón del mundo de surf conocido por su fuerte carácter, supe que tenía que hacer algo. Tantos años viendolo en revistas y películas y de repente verlo a 20 metros poniéndose el neopreno... No satisfecho con sacarle fotos sin jugo de lejos, le grité "Eh Andy, smile!", pensando, ese cabrón no me va a hacer ni puto caso.


Acto seguido, se puso la licra roja, cogió su tabla y se dirigió a la orilla a estirar antes de su manga. Y ahi vienen las fotos de las que os hablaba. Se sentó en la orilla y se puso a estirar y a mirar el mar, abstraído de las decenas de cámaras que le apuntaban.



Llegado el momento se levantó, cogió su tabla y con toda la serenidad y la calma del mundo se metió al mar.



En el mar había espectáculo. Andy necesitaba un 6,3 a falta de 3 minutos para superar a Kai Otton y no se veía ninguna ola en el horizonte cuando dijo el comentarista "tratándose de Andy no penséis que esto está acabado". Dicho y hecho. Último minuto, Andy coge una ola y se mete bien adentro del tubo. Cuando sale, la playa estalla en aplausos y gritos, aunque la ola no era de las mejores y muchos lo sabíamos. Le pusieron un 5,93.
Nada más perder la que (desgraciadamente) sería la última manga de su vida, todavía accedió a firmar autógrafos y a hacerse fotos con los fans. Pues no es tan borde el tío, pensé.


Ironías de la vida, hace un par de días leí unas declaraciones suyas que decían: "Creo que los acontecimientos de The Search son realmente únicos en que te encuentras en un lugar diferente cada año. Estoy muy ilusionado por ir a un lugar nuevo y esto me mantiene muy motivado para la competición". 


Quien iba a decir que justo en un Pro Search, evento que ya ganó dos veces, encontraría la muerte a los 32 años y con su mujer a punto de dar a luz.

Éste es el recuerdo que me queda de Andy Irons.
Descansa en Paz, campeón.

martes, 19 de octubre de 2010

Se vens por bem, podes entrar

De entre todas las capitales europeas, la verdad es que Lisboa no es de las más grandes.  

En poco más de un mes aquí uno se da cuenta de lo abrumador que es ver cómo cambian los parámetros de conducta social en tan sólo unos cuantos kilómetros de distancia, tanto de los portugueses como de los demás forasteros. Sin embargo, uno también se da cuenta del largo camino que queda por recorrer.

Es con el propósito de, sin demasiada dilación, transmitir momentos de los meses que me quedan por aquí así como mantener el recuerdo de lo vivido con lo que empiezo este blog, con el deseo de que cada uno lo interprete y absorba como le plazca.

 Ahí queda una pequeña selección de algunos momentos de este primer mes.