martes, 19 de octubre de 2010

Se vens por bem, podes entrar

De entre todas las capitales europeas, la verdad es que Lisboa no es de las más grandes.  

En poco más de un mes aquí uno se da cuenta de lo abrumador que es ver cómo cambian los parámetros de conducta social en tan sólo unos cuantos kilómetros de distancia, tanto de los portugueses como de los demás forasteros. Sin embargo, uno también se da cuenta del largo camino que queda por recorrer.

Es con el propósito de, sin demasiada dilación, transmitir momentos de los meses que me quedan por aquí así como mantener el recuerdo de lo vivido con lo que empiezo este blog, con el deseo de que cada uno lo interprete y absorba como le plazca.

 Ahí queda una pequeña selección de algunos momentos de este primer mes.