"Pero también quería pedirte una cosa, Mario, que sólo tú puedes cumplir; todos mis otros amigos o bien no sabrían qué hacer o pensarían que soy un viejo senil y ridículo. Quiero que vayas con esta grabadora paseando por la Isla Negra y grabes todos los sonidos y ruidos que vayas encontrando. Necesito desesperadamente de algo, aunque sea el fantasma de mi casa. Mi salud no anda nada bien. Echo de menos el mar. Echo de menos los pájaros. Envíame los sonidos de mi casa. Entra en el jardín, y haz sonar las campanas. Primero graba el suave ruído de las campanitas cuando el viento las golpea, y luego tira de la cuerda de campana más grande cinco, seis veces. Campanas, mis campanas! No hay nada que suene tan bien como la palabra campana si la colgamos de un campanario junto al mar. Y luego ve a las rocas y graba el romper de las olas. Y si oyeras las gaviotas, graba. Y si oyeras el silencio de los astros, graba."
De “O carteiro e o poeta”, de Antonio Skármeta.
Me encantaba hacerle fotos y ver cómo las imágenes cambiaban tanto a medida que pasaba el tiempo y dependiendo de las circunstancias (clima, hora del día, estación del año, etc), a pesar de haber sido tomadas por la misma persona, con la misma cámara, desde exactamente el mismo lugar.
Os dejo una pequeña selección de lo que también podría llamar los sonidos de mi casa, sobretodo teniendo en cuenta los pájaros del balcón del afable vecino del primero el señor Flores, el revolucionado rugir de los taxis lisboetas, y alguna que otra trifulca verbal.
Enero
Noche
Niebla
Primavera
Lluvia
Oscuridad
Fiesta
Reflejo de Luna
Verano
Desde el otro lado: llegada a casa
Gran libro.
ResponderEliminar